What do you call an Eskimo with bananas in his ears?

The customary riposte is near the end of this post, but Enrique Jardiel Poncela gives a roundabout and, for those of us who believe that English in Spain is often merely decorative, relevant answer in his great erotic-absurdist comedy, Amor se escribe sin hache (1929). Paco Arencibia has just progressed from being the lover of the widow, heiress, and incomparable literary heroine, Lady Sylvia Brums, to being the most loveable of her cuckolds:
En la puerta, color de palo de rosa, surgió Arencibia: en la mano, el sombrero, los guantes y el bastón.

Y Elisa, la manicura; Fernández, el pedicuro; Asunción, la masajista; monsieur Robert, el peluquero; Guzmán, el electromecánico, y Juanita, la doncella, se retiraron a un lado respetuosamente abandonando la estatua yacente de lady Sylvia. Esta, con gran gentileza, le alargó a su marido una de las manos, que Arencibia besó de un modo personalísimo.

- ¿Descansaste bien?
- Divinamente, Sylvi. ("Diminutivo de Sylvia".)
- ¿Sales?
- A dar una vuelta.
- Cada vez tienes un aire más distinguido, querido mío.
- Y tú estás cada vez más hermosa.

Sylvia sonrió con agrado y murmuró amablemente:

- This is very readig and how?

A lo que Arencibia repuso riendo:

- Litle parrows cleveland…[Author's note: Esto no es inglés, pero ¿verdad que lo parece?]

Luego volvió a besar la mano de su mujer y salió del gabinete, dándole un papirotazo cariñoso al "botones", que permanecía serio y rígido al lado de la puerta.

Y Elisa, Fernández, Asunción, monsieur Robert, Guzmán y Juanita, volvieron a apoderarse de lady Sylvia y continuaron el interrumpido manoseo de su cuerpo, tan bello y tan adúltero...

(¡Qué final!)
There's an explanation of why amor is written without an H here, and Andrés Trapiello in Las armas y las letras provides a neat summary of aspects of Jardiel's career untouched by Wikipedians:
[P]asó los trece primeros meses de la guerra amedrentado, sorteando interrogatorios y sospechas, en Madrid, Valencia y Barcelona, donde los anarquistas de la CNT se entusiasmaron con él y le encargaron que formase una compañía de teatro. Jardiel les pidió dinero, casa, pasaporte, y cuando se lo proporcionaron, incluido el permiso de Miaja para salir de Barcelona, se largó con todo, menos con la casa, que no cabía en el barco. En Marsella, consiguió un contrato ficticio en la compañía de Lola Membrives, que actuaba en Buenos Aires.

Allí Jardiel hizo durante unos meses doble juego, hasta que unos republicanos disfrazados de capitalistas, con obispo incluido, le tendieron una celada, y Jardiel, confiado en el ambiente, empezó a ensalzar a Franco, cayó en la trampa y fue desenmascarado y varapaleado. Poco antes de acabar la guerra llegó a España, donde volvió a cosechar éxitos tan resonantes como polémicos, tanto en el teatro como en el cine.
I was reading Amor se escribe again last night on a flight from Stansted to Barcelona with, on my right and blocking out the clouds, a capsicum-haired harpy, and, in the aisle and fear of his life, an extraordinarily cretinous Crystal Palace supporter.

The latter's mother had advised that his poor relationship with aeroplanes could be mended with Valium, which he had decided was best washed down with vodka.

Unfortunately that wasn't working, and so, in order to get the vodka off him and into ourselves, I and the harpy suggested to him that the reason Ryanair is so cheap is that the aircraft are not equipped with standard safety devices, e.g. smoke alarms in the toilets.

A brief tumult ensued at the back, then Mr Dinosaur returned and, after a moment when he might have been saved, stopped breathing, so that the rest of flight level 300 was most enjoyable, and what we couldn't drink was donated to the Sikh behind us.

However, shortly before landing the reluctant conclusion was reached that gentle resuscitation needed to be undertaken to avoid any violent outbursts.

What to say to him? "It doesn't matter - he can't hear you anyway."

Which was the answer some of you may still have been looking for.